El parto es un evento fisiológico que marca a la paciente de por vida…y en menor medida al padre también. Debe ser una situación de relativa calma, siempre controlado para que no se complique. Mientras el niño no haya nacido, el parto siempre puede convertirse en una cesárea de mayor o menor urgencia.
Dentro de la anestesiología, la anestesia obstétrica es casi una especialidad. El anestesiólogo que se dedica a ella debe saber manejar la anestesia para un parto normal, tratar complicaciones del parto, y saber manejar pacientes complejas con enfermedades concomitantes.
Hay dos corrientes en el manejo del dolor del parto. Una, que no trataremos en este documento, comprende las técnicas naturales de manejo del dolor, mediante posición, masajes, respiración, baños, etc. Personalmente no las he visto ni usado nunca, pero su efecto es pasajero y limitado a dolores leves.
A diferencia de los anteriores, la técnica anestesiológica habitual demostrada como efectiva es la anestesia Peridural (o Epidural). Esta se realiza mediante una punción a nivel de la columna lumbar, donde puede dejarse un catéter con el fin de administrar más dosis de anestesia a lo largo del trabajo de parto. Las dosis de anestesia son variables pero en general entregan entre 1 y 2 horas de analgesia.
La técnica peridural, como todo procedimiento, no está exento de complicaciones. Puede complicarse con sangrado o infección, los cuales, si no son diagnosticados a tiempo, podrían teóricamente comprometer los nervios o la médula espinal, con complicaciones graves. El catéter o la punción pueden pasar a llevar o tocar alguna raíz nerviosa, generando parestesias durante el procedimiento o después. Una posibilidad es que el catéter no quede donde debería o se lateralice hacia un lado, anestesiando un lado del cuerpo. Esto no es problema y se soluciona instalando nuevamente el catéter (si el parto lo permite). Otra posibilidad más grave es que el catéter quede intravascular (en un vaso sanguíneo) o intratecal. El primero hará que la anestesia sea administrada directo al torrente sanguíneo, que dependiendo de la dosis puede tener graves consecuencias por toxicidad. Un catéter intratecal llevará a que la dosis de anestesia peridural (grande) sea administrada intratecalmente, donde se requieren dosis mínimas, llevando a un bloqueo espinal alto o anestesia espinal total.
Por todo lo anterior, la anestesia peridural debe ser colocada en una paciente tranquila y cooperadora. Debe realizarse con cuidado y una vez colocado el catéter se debe administrar dosis pequeñas y fraccionadas que permitan detectar tempranamente la malposición de este.
Una anestesia peridural bien puesta no es magia. El dolor no cederá instantáneamente. Demora entre 15 y 25 minutos en hacer efecto. Poco a poco se sentirán contracciones más suaves y cortas, y un calor como cosquilleo en los pies. Dada la dificultad de esta técnica, los efectos son muy variables.
Existen otras posibilidades para la analgesia del parto, similares a la peridural. Si el parto es probable que ocurra en menos de 1 hora, es posible que el anestesiólogo decida realizar una anestesia espinal/intratecal. Es similar a la peridural, pero con un pinchazo único y de menor tamaño que no deja catéter. Esto permite administrar una dosis de anestesia que dura alrededor de 60-90 minutos, con inicio de acción rápido (5 minutos).
Una posibilidad mixta es la Anestesia combinada espinal + peridural, donde se administra una dosis de anestesia intratecal y se deja un catéter peridural, obteniendo así los beneficios de ambas anestesias: inicio rápido con intensidad y extensión conocida, con un catéter que permite administrar más anestesia si es necesario.
Como siempre, cualquier consulta, duda, comentario o tu experiencia con la anestesia puedes dejarla más abajo.
en un largo trabajo de parto cuantas dosis de peridural se puede administrar gracias .
Dependerá de la duración de trabajo de parto. Pueden usarse muchas dosis. Es la gracia del cateter peridural. Por ejemplo, para manejo de dolor postoperatorio, se llega a usar en infusión continua por 48 horas o más sin problemas.
Estimados:
Hace dos años les escribí realizando una consulta acerca de anestesia espinal en el parto y no estaba embarazada.
Hoy tengo 28 semanas de gestación, y en mi infancia fui operada de una disrafia espinal oculta (Diastomatomielia, medula anclada y fibrolipoma de filum) actualmente quedé con una adherencia de médula, escoliosis e huperlordosis, pero no con complicaciones extremas. Mi duda es ¿Podrán ponerme la anestesia espinal o raquidea? ya que en operaciones anteriores de mi pie o de un embarazo ectopico, los anestesistas prefirieron anestesia general, porque no se quisieron arriesgar. Yo no quiero perjudicar a mi bebé, por lo que les pido me orienten.
Mi cirugía es desde el inicio de la pelvis hasta la altura de las «paletas».
Agradeceré su pronta respuesta
Hola.
Gran cirugía fue la que tuviste. A pesar de ello, si el anestesiólogo tiene buen mano, es posible que se pueda intentar anestesia espinal. Tal vez uno o dos intentos. Pero si no se logra, la anestesia general es la única opción.