Manejo del dolor en Herpes Zoster – Neuralgia Postherpética

Herpes Zóster y Neuralgia Postherpética

Lo que toda persona debe saber para reconocerla, prevenirla y tratarla

¿Qué es el Herpes Zóster?

El Herpes Zóster (conocido popularmente como “culebrilla”) está provocado por el mismo virus varicela?zóster (VZV) responsable de la varicela. Tras esa infección inicial, el virus permanece latente en los ganglios sensitivos de la médula espinal o del tronco encefálico durante toda la vida. Cuando las defensas bajan ?por edad avanzada, estrés sostenido, enfermedades crónicas, uso prolongado de corticoides u otros fármacos inmunosupresores? el VZV puede reactivarse y viajar por el nervio hasta la piel, originando un nuevo episodio: el Herpes Zóster.

Signos y síntomas clave

  • Pródromo doloroso: ardor, hormigueo o dolor quemante localizado en un único dermatoma (territorio cutáneo inervado por un nervio).
  • Erupción: entre 48?y?72?horas después aparece un racimo de pápulas y vesículas (pequeñas ampollas) que, en pocos días, evolucionan a pústulas y finalmente a costras.
  • Duración habitual: la fase cutánea suele resolverse en 7?a?10?días, aunque la pigmentación residual puede tardar semanas en desaparecer.
  • Recurrencia: a diferencia de la varicela, el Herpes Zóster puede repetirse, ya sea en la misma área o en otra, si se dan nuevas caídas inmunológicas.

Complicación más temida: Neuralgia Postherpética

Dado que se afecta un nervio, el dolor es uno de los síntomas más importantes, y una de las complicaciones puede ser el dolor crónico. Cuando el dolor persiste más de 90?–?120 días después de la cicatrización cutánea hablamos de Neuralgia Postherpética (NPH). Se caracteriza por:

  • Dolor neuropático continuo o intermitente, con descripciones de quemazón, punzadas o descarga eléctrica, en la misma zona donde se presentó un episodio de Herpes Zóster, pero sin las pápulas características.
  • Alodinia: dolor desencadenado por estímulos normalmente inocuos (roce de la ropa, agua tibia, brisa).
  • Mayor incidencia en personas ??60?años, mujeres, y pacientes con dolor muy intenso durante la fase aguda.

El dolor de NPH puede ir desde leve a grave, y puede limitar severamente el sueño, la concentración, la alimentación y la capacidad laboral, por lo que requiere un enfoque terapéutico decidido y precoz.

Prevención: vacuna y tratamiento antiviral temprano

  1. Vacunación: La vacuna recombinante no adyuvada (Shingrix®) muestra una eficacia >?90?% en la prevención del Herpes Zóster y de la NPH en adultos de 50?años o más, así como en inmunodeprimidos. Consulte a su médico sobre la pauta de dos dosis separadas por 2?–?6 meses.
  2. Antivirales sistémicos (aciclovir, valaciclovir, famciclovir) iniciados dentro de las primeras 72?horas del exantema reducen la duración, la intensidad del dolor y el riesgo de Neuralgia Postherpética.

Tratamiento integral de la Neuralgia Postherpética

El abordaje debe ser multimodal y personalizado:

Grupo terapéutico Ejemplos Comentarios clínicos
Anticonvulsivantes Gabapentina, Pregabalina Primera línea; titulación gradual para minimizar mareos y somnolencia.
Antidepresivos tricíclicos Amitriptilina, Nortriptilina Útiles a dosis bajas para dolor neuropático y trastornos del sueño.
Opioides Tramadol, Oxi? morfona Reservar para casos refractarios; vigilar estreñimiento y sedación.
Anestésicos tópicos Parches de lidocaína 5?% Efecto localizado; pueden combinarse con terapias sistémicas.
Capsaicina tópica Crema 0,075?% o parche 8?% Desensibiliza fibras C; aplicar bajo supervisión médica.
Intervencionismo Bloqueos nerviosos, radiofrecuencia Considerar en dolor severo que limita la calidad de vida.

Nota sobre corticoides: su uso profiláctico o terapéutico sistémico es controvertido; pueden agravar la inmunosupresión y favorecer nuevos brotes. Su indicación debe ser estrictamente individualizada.

Recomendaciones para convivir con el dolor

  • Mantenga una rutina de ejercicio suave y técnicas de relajación para disminuir el estrés.
  • Use ropa holgada de algodón para reducir la fricción sobre la piel afectada.
  • Procure higiene del sueño rigurosa; el descanso adecuado mitiga la percepción del dolor.
  • Utilice compresas frías o lociones calmantes (calamina) durante la fase aguda, siguiendo las indicaciones profesionales.

Conclusión

El Herpes Zóster es más que un simple sarpullido: el dolor puede perdurar y transformarse en Neuralgia Postherpética si no se actúa a tiempo. Vacunarse, reconocer los primeros síntomas y consultar precozmente son las estrategias más eficaces para evitar complicaciones.

¿Experimenta dolor o ha notado una erupción sospechosa?

No posponga su evaluación. Solicite una cita médica hoy mismo y pregunte por la vacunación y las opciones de tratamiento antiviral. Su bienestar futuro puede depender de esa decisión.


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