Complicaciones y seguridad en el manejo del dolor postoperatorio

El dolor después de una cirugía no es un «daño colateral» inevitable: es un problema que se puede y se debe controlar. Planificar con tu equipo de salud desde la consulta preoperatoria qué estrategia analgésica usarás es la mejor forma de obtener alivio eficaz con el menor riesgo posible.

¿Cómo decidimos el tratamiento?

  1. Medir el dolor
    • Leve: molesto, pero permite descansar y moverse.
    • Moderado: interfiere con las actividades básicas.
    • Severo: impide cualquier movimiento; no debe tolerarse.
  2. Comparar beneficios y riesgos
    • ¿Las posibles complicaciones de la técnica superan a las de dejarte con dolor?. Esa pregunta guía todas nuestras decisiones.
  3. Individualizar
    • Tipo de cirugía y duración.
    • Antecedentes médicos (asma, hipertensión, alergias, enfermedad renal, etc.).
    • Umbral personal del dolor y expectativas.

Opciones de analgesia y sus complicaciones más comunes

Analgésicos sistémicos (vía endovenosa, subcutánea u oral)

Tipo de fármaco Ejemplos Beneficios principales Riesgos más frecuentes Señales de alarma
Corticoides Dexametasona, Metilprednisolona Disminuyen inflamación y náuseas Hiperglicemia, retención de líquidos, irritación gástrica, mayor riesgo de infección con uso prolongado Fiebre persistente, enrojecimiento de heridas
AINEs (no esteroidales) Ketorolaco, Ketoprofeno, Ibuprofeno, Diclofenaco Buen alivio de dolor leve a moderado; no producen somnolencia Irritación o sangrado gástrico, lesión renal, retención de líquidos, afectación plaquetaria Orina escasa, heces negras, dolor abdominal intenso
Opioides Morfina, Tramadol, Oxicodona Potentes para dolor moderado a severo Náuseas, estreñimiento, somnolencia, picores, depresión respiratoria. Somnolencia excesiva, respiración lenta (<10/min), confusión

Tip: combinamos dosis bajas de varios fármacos (analgesia multimodal) para potenciar el efecto y reducir efectos secundarios.

Técnicas loco-regionales

  1. Infiltración local de anestésico
    • Qué es: El cirujano o anestesiólogo coloca anestésico local directamente en la herida.
    • Complicaciones: hematoma pequeño, adormecimiento prolongado, toxicidad por sobredosis (poco frecuente).
    • Cuándo consultar: hormigueo que sube más allá de la zona intervenida o latidos irregulares.
  2. Bloqueos nerviosos
    • Qué es: Se inyecta anestésico alrededor de uno o varios nervios; puede llevar catéter para infusión continua, lo que prolonga el efecto analgésico.
    • Beneficios: Analgesia intensa con menos opioides sistémicos.
    • Complicaciones: debilidad transitoria del miembro, hormigueo, sangrado, infección en el sitio del catéter.
  3. Analgesia peridural
    • Qué es: Catéter colocado en el espacio epidural; permite infusión continua controlada.
    • Complicaciones: disminución de la presión arterial, picazón, retención urinaria, dolor de cabeza post-punción, hematoma epidural (muy raro).
    • Signos de alarma: dolor de espalda intenso con debilidad en piernas, fiebre o secreción en el punto de inserción.
  4. Analgesia espinal con opioide
    • Qué es: Dosis única de opioide (p.ej. morfina) en el líquido espinal; dura 24h.
    • Complicaciones: picazón, náuseas, depresión respiratoria tardía (6-12h después).
    • Cuándo consultar: sensación de falta de aire, somnolencia progresiva.

Estrategia multimodal: la combinación que hace la diferencia

  1. ¿Dolor leve? AINE solo, o AINE + paracetamol.
  2. ¿Dolor moderado? Añadir opioide en dosis pequeñas y/o bloqueo nervioso.
  3. ¿Dolor severo? Bloqueo regional o peridural + analgésicos sistémicos ajustados.

La meta es moverte, respirar profundo y toser sin dolor: acciones clave para evitar neumonías, trombosis y facilitar la recuperación.

¿Cómo podemos reducir los riesgos?

  1. Comunicación abierta: informa alergias, medicamentos, antecedentes de sangrado o apnea del sueño.
  2. Monitoreo continuo: pulsioxímetro, control de presión arterial y nivel de conciencia.
  3. Movilización precoz: caminar temprano disminuye complicaciones y reduce dosis de medicamentos.
  4. Plan de rescate: instrucciones claras para identificar y reaccionar ante efectos adversos.

Conclusiones

El manejo del dolor postoperatorio no es “un lujo”, sino un componente esencial de tu recuperación. Al equilibrar eficacia y seguridad —gracias a la analgesia multimodal y a la vigilancia estrecha— logramos que vuelvas antes a tus actividades con la mejor calidad de vida.

¿Tienes dudas sobre tu cirugía o el plan analgésico?

Déjame tus preguntas en los comentarios o compártelas con tu anestesiólogo de confianza. ¡Tu bienestar empieza con estar informado!


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